Las aseveraciones de la ex directora de Notimex sobre la creíble corrupción gubernamental y sindical y el acuerdo mafioso en Coahuila revelado por el líder del PAN dejan en serios aprietos a las presidenciables del oficialismo y del frente opositor.

En su testimonio en La Jornada, Sanjuana Martínez afirma que el secretario del Trabajo, “Marath (Baruch Bolaños) y su equipo se negaron de manera reiterada a darnos información sobre nuestras liquidaciones, hasta que finalmente nos dijeron que de las mismas teníamos que entregar 20 por ciento para la campaña presidencial de Claudia Sheinbaum. Me negué (…) y en venganza se nos ofreció solo 6 por ciento de los 256 millones entregados al sindicato junto a 14 millones en concepto de canasta y un millón más para las fiestas de un sindicato que ya había desaparecido…”, escribió.

Y en la cancha opositora, el estulto presidente del PAN, Marko Cortés, difundió el abortado acuerdo que tenía con el gobernador priista de Coahuila para la cesión de cargos (explicables en las alianzas partidistas: posiciones en la administración pública), pero que asemejan botín de piratas, porque incluían seis notarías, oficinas del Registro Civil, direcciones de escuelas, la ratificación de un magistrado y, como resaltó Animal Político, “una plaza en el instituto estatal de Transparencia y hasta la Junta de Caminos, lo que podría involucrar cientos de plazas y pasar por encima de los requisitos…”.

Para el célebre Fidel Velázquez, los políticos debieran tener cuidado con sus arreglos marranos: “Si lo piensas, no lo digas; si lo dices, no lo escribas; si lo escribes, ¡no lo firmes!, pero si lo firmas no seas pendejo, ¡échate para atrás!”, dicen que decía.

De las aseveraciones de Sanjuana sobresalen verosímiles prácticas sindicales gansteriles, la preeminencia en la Secretaría del Trabajo del abogado laborista Arturo Alcalde, padre de la secretaria Luisa María Alcalde (ahora en Gobernación); la parcialidad de ésta en el conflicto con el sindicato, así como la intromisión del líder de los telefonistas, Francisco Hernández Juárez, y las negligencias del vocero presidencial, Jesús Ramírez, y del inexplicable presidente del Sistema Público de Radiodifusión del Estado Mexicano, Jenaro Villamil, todos cuyas acciones y omisiones propiciaron la muerte de Notimex.

El presidente López Obrador, quien en varias ocasiones elogió a Sanjuana casi tanto como a la ex fiscal Ernestina Godoy, comentó así las acusaciones:

“Creo que no es cierto (…). Yo respeto mucho lo que dice esta compañera, pero no comparto (…). Si tiene pruebas, no estoy yo limitando su libertad de expresión…”.

Y Sanjuana exeó:

“Me pide el presidente @lopezobrador_ que muestre pruebas de las liquidaciones ilegales al extinto 

@SutNotimex asesorado por Arturo Alcalde, padre de la secretaria @LuisaAlcalde, y sobre las demás irregularidades, con mucho gusto, las tienen mis abogados que preparan las denuncias”.

Pero lo que debe probar es lo del moche de 50 millones para la campaña de Sheinbaum…

 

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